La persuasión como arma que gana simpatizantes, adeptos, en pocas palabras el arte para conseguir votantes. Cubrir las necesidades del pueblo, o prometer hacerlo es el mejor modo de vender candidatos.
El marketing político usa acuerdos de dialogo que utilizan la lógica, apelan a los sentimientos (chantaje emocional) y llegan hasta la persuasión por medios “kiscerales” (religiosos-metafísicos).
La estructura que soporta a los candidatos es una vasta red elaborada con una planeación perfectamente modelada a vender un producto, una marca, un político.
Este producto como se menciona anteriormente usa diversas maneras de ganarse a sus compradores, busca su rotación en medios de comunicación, la empresa a la que pertenece (partido político) lo soporta mediante una plataforma e ideología política, pero que a veces puede flexionarse si su comprador así se necesita.
por lo tanto podemos concluir que ya no vivimos en una sociedad partidista, sino de candidatos, las ideologías y plataformas pasan a segundo plano a la hora de tomar una decisión por parte de los votantes. ellos votan candidatos, no partidos.
Comentario de Fernando Sanchez (ya que no pudo acceder al blog)
martes, 15 de junio de 2010
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