El marketing político es una mezcla de publicidad y propaganda donde la competencia entre candidatos es desleal, pues recalca los defectos de su adversario para desprestigiarlo. Ya no se preocupan en elaborar propuestas para solucionar los problemas de la sociedad sino en hacerse más populares creando una imagen que sea creíble ante los votantes.
En México, las campañas políticas de las elecciones presidenciales del año 2000 son un ejemplo del Marketing Político. Los famosos debates entre los candidatos Francisco Labastida (PRI), Cuauhtémoc Cárdenas (PRD) y Vicente Fox (PAN), en el cual, este último se dedico a burlarse y desprestigiar constantemente a Francisco Labastida y en general al PRI, utilizándolo como slogan, que le permitió ganar popularidad y llegar a la presidencia.
Hoy en día ya no se ganan los votos de la gente con planes interesantes, sino con su identificación hacia el candidato, pues creen que si ganan se van a poner en su lugar y los van a ayudar, por esta razón conceden el voto, pero la historia nos ha mostrado que esto no es así.
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